Manuel del Aguila
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Fotografia Manuel del Aguila

Repasando mi vida, no veo clara mi imagen;
fueron muchas personas quienes en mí reinaron,
quienes movían los hilos de mi humano retablo,
aunque yo me creyera un monte invulnerable.
El tembloroso espejo que sostengo en las manos
me devuelve el retrato.
No sé si fui orgulloso, pero quise mejor
ser primero en aldea, que segundo en la corte
y no por vanagloria, sino porque no soy
obediente ni dócil.
Fui hombre escrupuloso, que quiso saber mucho
y no pasó el dintel del templo de la ciencia.
Me decían mis alumnos que un dictador suave
de bondad persuasiva…
Sí, un soñador de dioses de vacilante fe;
un amante atrevido, dispuesto siempre a todo
por el vehemente impulso de un instante de vértigo;
frecuente adulador por no herir vanidades
y aminorar el filo de amargas decepciones;
abierto y generoso si inspiraban confianza;
hermético y hostil, cuando encontré doblez.
Fui algo y no fui nada:
Un ser vacante y vago, juguete de las cosas
que un olor distraía, o el rumor de las olas;
o el silbido del viento o un canto de cigarra…
Mi pensamiento duerme en un lecho epicúreo,
por eso se despierta con el roce de un beso.
No; no veo clara mi imagen. Fui algo y no fui nada.

Manuel del Águila Ortega nació el día 13 de junio de 1914 en el Alquían, Almería. Era el quinto hijo de seis hermanos que tuvieron sus padres, Manuel del Águila Martínez y Dolores Ortega Ferrer. En la primavera de 1920, murieron sus padres dejando  huérfanos a los seis hermanos en edades comprendidas entre los 19 y los 4 años. Un matrimonio íntimo amigo de la familia, Francisco Bracho Cambronero y Dolores Bonilla Vega, que habían perdido a su único hijo,  se lo llevaron a su casa, que vivían en la capital, para que pasara una temporada con ellos. El tiempo fue pasando y, finalmente, se quedó allí para siempre. Contrataron a una mujer para que se hiciera cargo de él, la tata Manuela, que no le abandonaría nunca. Él la consideró siempre como una tercera madre.

Ese mismo año de 1920 ingresó en el Colegio de las Hermanos de las Escuelas Cristianas y en noviembre le concedieron un “Billete de Honor”, por su buena conducta y aplicación al estudio. Le compraron un piano para que se iniciara en el mundo de la música y Dolores Bonilla, la que sería después su  madre adoptiva, le dio las primeras clases de piano y también le inició en el idioma francés.

Desde muy joven Manuel del Águila se aficionó rápidamente a la música y se identificó  con el mundo de la cultura, participando en concursos literarios locales y nacionales, siendo premiado en muchos de ellos: Centenario de Salcillo, Milenario de la Alcazaba, Exaltación del Guadalquivir, etc. En los Juegos Florales celebrados en Almería en año 1955 fue doblemente premiado por sus obras, “Poema a la Alcazaba” y “Poema a la mujer Almeriense”, presentada bajo el lema “Paisanica  del Alma”.

Fue compañero de instituto y amigo, durante toda la vida, de Arturo Medina y de Jesús de Perceval con el que realizó varios cursos de dibujo bajo la dirección del pintor Antonio Bedmar en la Escuela de Artes y Oficios en donde obtuvo una medalla de plata y Jesús de Perceval una de oro.

Colaboró en varios programas informativos y literarios de Radio Nacional de España desde el año 1961 y, posteriormente, fue nombrado corresponsal, cargo que desempeñó durante más de 20 años.

Durante los años 1950-51, fue profesor de francés en la Escuela de Artes y Oficios de Almería, cargo que abandonaría al  poco tiempo para montar una academia de francés y, posteriormente, la amplió también al inglés. Por allí pasaron más de dos mil alumnos, que se convertían con el tiempo en amigos para siempre. Su afición a viajar, a conocer otros pueblos y otras culturas hizo que se identificara con los idiomas extranjeros. El manejo de otras lenguas le procuró las pautas del estilo que necesitaba:

Un idioma es un alma que se deshace en voz;
el mío es mi osamenta, mi firme horizontal;
mi sangre y mi saliva, pero agradezco a otros
su regalo y su luz.
Francia me dio su línea de adjetivos exactos,
su compás cartesiano, su brújula  europea;
Inglaterra su pétrea concisión telegráfica...
Pero yo soy del Sur,
y gusto la alegría de Italia soleada,
y envidio a Grecia antigua, porque en cada palabra,
pone el exacto tacto de su mármol sonoro...
...Y porque todo lo mejor que se ha dicho,
se pensó y se sintió  nos llegó desde allí.
por la ruta de Ulises, con ese limpio acento
de mar de luz y de sal.

Fotografia Manuel del Aguila Abrazó el periodismo como si fuese su profesión y quedó vinculado a él de por vida, retratando a la sociedad actual en sus artículos con un cierto sentido irónico y crítico al mismo tiempo. Colaboró durante muchos años con la prensa nacional y local, ABC, La Vanguardia, Sol de España, Yugo, Ideal, La voz de Almería y Mundo, publicando multitud de artículos sobre temas muy diversos. También tuvo colaboraciones con revistas literarias como, Green Gold, Nouvelles Literaries, Selecciones del Reader´s Digest, Revista Poética Bahía, etc. 

Trabajó con  el Maestro Padilla en la composición literaria del Himno-Plegaria a la Virgen del Mar. Dicha composición fue finalizada el día 8 de abril de 1951, coincidiendo con el acto de Coronación canónica de la Virgen del Mar, Patrona de Almería. La letra fue donada a la “Muy Antigua, Pontificia, Real e Ilustre Hermandad de la Santísima Virgen del Mar” el día 11 de octubre de 2004, estando presente el Hermano Mayor-Presidente D. Elías García Amat, quien la acepta y adquiere los derechos.   Con motivo del cincuentenario del Himno, Manuel de Águila comentaba:

...cincuenta años tienen un bagaje muy amplio de recuerdos diversos, entre los que hay satisfacciones plenas, como la que me produce oír la interpretación del himno, totalmente calado ya en el espíritu de mis  paisanos, que con tanto placer hicimos, frase a frase y nota a nota, José Padilla y yo.

Con la poetisa Celia Viñas, con la que unía una gran amistad, colaboró en algunos temas musicales. En la Fiesta de Navidad de 1950 del Instituto Nacional de Enseñanza Media compusieron la obra, Decir de Cancionero: “A la uva de Almería” con letra de Celia Viñas Olivilla y Música de Manuel del Águila.

Manuel del Águila desarrolló una intensa labor en la recuperación del folklore popular y tradicional de la provincia. En el año 1955 publicó el cuaderno  “Canciones Andaluzas”, que tuvo un gran éxito.

En 1956/57 escribió el Himno de la Santa Cruz del Voto, Patrona de Canjáyar, donando los derechos sobre el mismo a la Hermandad de la Santa Cruz el 19 de abril del 2005. La relación que tuvo Manuel del Águila con este pueblo alpujarreño ha sido muy intensa y durante mucho  tiempo:

Pregonero de las fiestas patronales del año 1987, ha escrito varios artículos que se refieren a Canjáyar con cariñosos elogios a sus gentes y a su paisaje, haciendo él incluso de anfitrión de personalidades del arte y la cultura. Ha vivido sus fiestas desde dentro y ha compartido casa con las familias de dos auténticos anfitriones de esta localidad como son, Juan Pedro Vázquez y Emilio Esteban. Fue nombrado Hermano Mayor de la Hermandad de la Santa Cruz. Y la  corporación municipal acordó el 21 de marzo de 2007 poner el nombre de Mirador del Músico y escritor Manuel del Águila a la antigua explanada del Cerro de San Blas.

El premio Nóbel, Vicente Aleixandre le felicitó por su poema “Química del Mar y la lágrima” que había publicado en la revista literaria “Bahía” en abril de 1973 y en donde Aleixandre publicó también su poema “Son bordes del vivir…” y el poeta sevillano le escribió una carta con dicho motivo diciéndole,

”…y encuentro, frente a frente, casi desafiando mi poema, “Son bordes del vivir…” el suyo, “Química del mar y la lágrima”

Manuel del Águila, con motivo de su muerte le escribió un extenso artículo que se publicó en la sección cultural de “La voz de Almería” (27-XII-1984), agradeciéndole el gesto que había tenido con él:

Porque aparte de sus palabras que me enaltecen e impulsan, son además un claro ejemplo de que un hombre de su talla y significado –la luz más cierta y vibrante de la poesía española contemporánea- buscaba y se servía de un simple motivo, por el que transcendía su auténtica  bondad, para ayudar y encaminar a nuevos tanteadores de sus rutas. Valgan las palabras anteriores para llevarle hasta su reposo definitivo un recuerdo ferviente con sales de mar y lágrimas de Almería.

En el año 1988 publicó su libro “Seis chiquillos en la orilla” (Editorial Cajal, Almería), con dibujos de su amiga la pintora Carmen Pinteño, que mereció elogiosas críticas en la prensa local y nacional. Kayros comentaba en La Crónica (12-V-1988):

…es un trasunto fiel del espacio vital donde ha transcurrido toda su vida. Allí ha nacido su música, su poesía y su novela. …el Alquian de los años treinta, con sus borriquillos plateros, sus guardias de puesto y sus niños inocentes. …Es difícil ocultar el parentesco de esta elegía marinera con aquella otra andaluza de valores universales que se llama “Platero y yo”…

Y en la sección cultural de ABC (24- II- 1990), salió un comentario a su obra: El autor reproduce el horizonte social y familiar con una visión elegiaca, como testamento del niño que fue.  Clave y enclave de su sensibilidad literaria puesta a flor de piel y en una escritura sensible y rigurosa plena de temblor y de calidad introspectiva, traspasada de sugerencias musicales  y de incontrovertibles esencias estéticas, que convierten este libro en un texto apasionante.

La Casa de Almería y de la Alpujarra en Madrid le concedió el día 16 de octubre de 1991,  La Uva de Oro, galardón instituido para enaltecer a ilustres almerienses.

portada del libro portada del libroEl Instituto de Estudios Almerienses le homenajeó en el año 2002 con el libro Homenaje a Manuel del Águila Ortega, en el que escribieron personas relacionadas con el mundo de la cultura: poetas, periodistas, profesores…etc., y gente cercana a él. Todos amigos que manifestaban sus sentimientos hacía su obra y su persona.

Con motivo del día del libro del año 2003, La Voz de Almería, Localia TV y la Conserjería de Cultura de la Junta de Andalucía, publicaron su antología poética, “Aquí, Junto al Mar Latino”,  en reconocimiento a uno de los almerienses más lúcidos del siglo XX y principios del XXI y para llevar su poesía a miles de hogares almerienses.La prensa local se hizo eco de su obra y recogió múltiples críticas del sentimiento más profundo que transmite la poesía. Su amigo y poeta, Juan José Ceba decía, entre otras cosas, de este poemario:

...Y su voz, su manera de hablar y de decir, está en sus versos. Pero, con cuánta intensidad, cuánta sabiduría y colmada de experiencia, alumbra desde la cumbre de su madurez, guía, chamán o pedagogo, sin remedio, que abre el camino, muestra y enseña para la vida a quienes llegan detrás con su avidez...
...Su voz más íntima y oculta, la hallamos en quince composiciones de la segunda parte de la Antología, Poemas del amor. Cuánto ha tardado en ver la luz su núcleo de fuego.
...En ocasiones, el mar es motivo y centro absoluto de su canto. Otras, aparece fundido a su deseo, es embestida y fuerza de su erotismo; está en su desamor y el el oscuro desaliento que se torna muerte.
...Manuel es músico, como Gerardo Diego y como Lorca, y domina los tiempos, los silencios, los ritmos, armonías y cadencias.

Manuel del Águila ha dado multitud de conferencias con ilustraciones al piano en varias universidades, centros y asociaciones culturales. En los años 90 pronunció el pregón de navidad que cada año organiza y patrocina el Diario Regional IDEAL, con un contenido original y ameno, describiendo costumbres y canciones de pueblos latino-americanos que dedicaban entrañablemente a esta singular  festividad.

En el año 1993 fue también pregonero de las fiestas patronales de la Casa de Almería en Barcelona. Su Presidente, Francisco Gutiérrez comentaba:

…Manolo como pregonero salió al ruedo con su decisión y cordialidad habituales. Se ayudaba de unos pocos folios mal escritos a máquina y reforzadas a mano las frases y las ideas con lúcidos vocablos castellanos mezclados con formas dialectales de la Almería de primer lustro del siglo XX. Su verbo pregonero era mera prosa poética repentizada que llegaba al alma. 

Cuatro años después, Manolo del Águila fue galardonado con la Placa Especial del XVIII Premio Nacional de Periodismo “CASA DE ALMERÍA EN BARCELONA 1997” por su serie de semblanzas sobre lugares y personajes almerienses. La serie fue publicada en La Voz de Almería.

El Coro de Cámara Emilio Carrión le hizo un homenaje en la Catedral de Almería, con algunos de sus temas buscados de entre sus archivos. Se grabó un disco que vio la luz a finales del año 2004 con los siguientes temas:

         Concierto homenaje

La armonización fue llevada a cabo por sus amigos y colaboradores Emilio Carrión, Julio Carasa y Francisco Cortés que en la actualidad se encarga, junto con Jose Antonio Viciana, de organizar toda su obra musical.

Fotografia MAnuel del Aguila En un artículo de prensa comentaba Kayros, …Para una parte de los Almerienses, Manolo del Águila será siempre el afortunado autor de “Si vas “pa” la mar”, una joya musical alumbrada con los ancestros de Cabo de Gata. Su amigo, Manolo Escobar la popularizó.

Gustaba mucho de prodigar sus afectos, atenciones y detalles a sus amigos en fechas especiales, y así, en Navidad solía mandar felicitaciones a sus íntimos a través de tarjetas con  motivos de la festividad expresados con dibujos, cortos poemas o sentencias personales cargados de sentimiento y belleza.

En el año 2005 recibió la insignia de oro de la Universidad de Almería de manos del RectorD. Alfredo Martínez Almécija, “en honor a su trayectoria artística, literaria y humana”, quien además aseguró que sus valores culturales estaban fuera de toda duda. Manuel del Águila, dijo el Rector, representa la llama viva de la cultura en la Almería de los años cincuenta.

Desde la juventud, torrencial y vibrante, hasta el delta seguro, donde el río de la vida se deshace en camino sin posible retorno, su capacidad creativa no cesó un solo momento. En sus últimos días, mientras estaba ingresado en el hospital, atado literalmente  a la máquina de respiración asistida, Manuel del Aguila, con la mente en su casa y su piano, nos dejó su último poema, sus últimas palabras... 

“A mi sobrino Paco con amor de padre”:

SALUTACIÓN AL PIANO

Estuviste abierto semana tras semana,
con tu risa continua de ébano y marfil.
Di
¿que esperanza constante y firme
mantuvo  tu silencio en el silencio espeso
de la nada y de nadie…?
¿o sonaste oscuro apagando tu arpa,
para que no creyeran  que duendes o diablos
paseaban  tus  teclas inventando motivos.
Yo se que sí: Bach, Mozart y los míos
conversaban conmigo sin cordones ni antenas.
Bastaba un sutil aire: el transparente hálito
de una emoción común.

En un extenso artículo, “La memoria del tiempo: conversaciones con mi tio Manolo”, que publicó Francisco Capel, con el que pasó sus últimos días comentaba:

Una de las facetas que más he admirado de mi tío  Manolo es la  facilidad que siempre ha tenido para  reconducir las situaciones poco agradables o incómodas que se presentan en la vida en otras en donde la gente se sienta feliz, creando un ambiente especial a su alrededor.
…Con la voz algo agotada, pero más profunda e intimista que nunca, empezaba  a contarme historias preciosas, recuerdos amables de otros tiempos vividos que yo anotaba como un colegial, sin apenas descanso..., lo que fue realidad y lo que se deshizo por  un viento contrario.   Multitud de anécdotas que le sucedieron en sus múltiples viajes por aquí y por allá y que él las convertía en verdaderos relatos. Nombres y más nombres, que le habían acompañado en su vida salían a la luz, despacio, entre silencios pactados, a la sombra del tiempo: como si estuviera de nuevo volviendo a vivir el pasado, recordando sentimientos tardíos que trataba de retenerlos.
…A las 7.30 del día 8 de noviembre, mi prima Carmen y yo apagamos la máquina que le había estado ayudando a respirar durante todo este tiempo.  La mañana era luminosa y el mar pronto tomó el color azul intenso de un cielo despejado. Los barcos, apenas sin moverse y en posición de firme, le dieron el último adiós a su ilustre huésped al que habían acompañado durante sus últimos días de su vida.
Como comentaba un amigo suyo, Manolo se marchó “pa” la mar, ligero de equipaje, conversando casi hasta la hora límite de su despedida ..., como siempre había vivido.

Donación a la Excma. Diputación Provincial de Almería

En el Palacio Provincial de Almería, el día  29 de marzo de 2007, en un acto público y ante los medios de comunicación, presidido por el Presidente del Instituto de Estudios Almerienses, D. José Añez Sánchez, los herederos de Manuel del Águila donaron al Instituto de Estudios Almerienses los siguientes bienes: Piano vertical de la marca Zyriab, donde el autor compuso toda su obra musical; cuadro al óleo del autor, realizado por el pintor D. Manuel Domínguez; máquina de escribir y carpetas varias con manuscritos, copias y documentos a máquina de toda su obra literaria. El piano y el cuadro se encuentran ya expuestos, con carácter indefinido, en la primera planta de dicha Diputación Provincial. En dicho acto, Francisco Capel del Águila manifestó:

...Como sobrino de Manuel del Águila me es sumamente grato poder compartir estos momentos en los que se va a proceder a la firma de donación de una parte del legado de Manuel del Águila al Instituto de Estudios Almerienses de la Diputación de Almería. Aquí se van a quedar, entre otras cosas, las dos herramientas de trabajo que utilizó mi tío a lo largo de toda su larga vida y de las que no se separó en ningún momento: el piano con el que compuso la mayor parte de su obra musical y la vieja máquina de escribir en la trascribía su obra literaria escrita a mano.
...Me gustaría que las teclas de su piano, que hoy se traslada a esta casa, no se declaren en huelga para siempre. Que suene su música y su poesía para el recuerdo cariñoso y el deleite de todos nosotros.

Donación a la Universidad de Almería.

El día 25 de abril de 2007, en un acto muy emotivo, presidido por el Rector, D. Alfredo Martínez Almécija,  se hizo la donación, por parte de sus herederos, de su biblioteca a la Universidad de Almería. Francisco Capel, dedicó unas cariñosas palabras a la memoria de su tío y, entre otras cosas, dijo:

…No es una biblioteca importante ni por el número ni por la calidad de sus encuadernaciones, pero es su biblioteca, sus fuentes de inspiración,  hecha a base de años y de paciente lectura. Y no donamos solo un puñado de libros, dejamos también la voz de muchos amigos y autores amigos plasmada en dedicatorias llenas de cariño, de afecto, de amistad y de admiración hacia su persona y, en muchas de ellas,  con bellas palabras marineras:

-A Manolo del Águila que tiene la suave brisa de la música,
 la poesía y la simpatía con entrañable afecto

 -A Manolo del Águila, Músico, poeta excelso,
 auténtico venero de la tradición y cultura popular.

-A mi apreciado amigo Manuel del Águila Ortega,
inspirado poeta, escritor brillante y sagaz periodista con mi admiración y aprecio

La de su gran amiga y colaboradora en varios temas musicales, Celia Viñas (1948) en su libro: Canción tonta del Sur:

-A Manolo del Águila
Por su saladísima gracia
del Sur
Por el mar y las barcas todas
Por la marinería de blanco
¡y Tú¡

Y la que le dedicó Rafael Alberti el día 22 de mayo de 1988 a su antología poética, pálida de años y de uso:

Que te quiero Manolo,
amigo mío en Almería,
por tu gracia, tu luz y tu alegría.

…Su biblioteca, con libros marcados, subrayados  en los márgenes y a veces corregidos, nos muestra un Manolo lector, devorador de libros. Su consejo era siempre leer, pero también releer porque “encontrar pasajes y frases que en otros tiempos nos hicieron mella es placer vivísimo e inigualable: una sentencia de Séneca, un soneto de Lope, una descripción de Cervantes o la lectura de unos  poemas de Salinas, Hernández, Cernuda, Alberti, Aleixandre, etc. tienen la misma emoción que una bella melodía olvidada”.

...En el interior de unos de sus libros que tenía en su mesilla de noche encontramos, a modo de marcapáginas, una cuartilla amarillenta, doblada varias veces, era el borrador de uno de sus poemas:

…Acuérdate de esto, no lo olvides:
Cuando te hagas silueta en el perfil lejano
de un barco que se va;
cuando el humo en el aire sea un vellón transparente;
cuando ya no seas nada, ni siquiera horizonte;
cuando ya estén deshechos los hilos del recuerdo;
cuando meses y años me borren tu figura...
...yo tendré el alma abierta, esperando tu aliento
y la boca sedienta con un beso escondido
guardado para ti desde mi juventud.